Que me confundo, hombre, que me confundo

La Real Academia Española de la Lengua se dio a la tarea de realizar unos "pequeños" cambios a las reglas de ortografía, y yo tiemblo cada vez que aparece publicada una nueva edición del libro. En mi breve experiencia como correctora en una revista muy exclusiva, caí en cuenta de lo poco que sabía de las reglas ortográficas, en realidad, y cada corrección me llevaba un buen tiempo de investigación, y aún así, persistían los errores. Buena parte de las reglas que en ese momento tuve que buscar y aprender, en esta nueva edición han sido reestructuradas. Lo que más me sorprendió fue la recomendación de no acentuar los pronombres demostrativos ni la palabra “solo”, así que ya no habrá distinción entre este y éste, por dar un ejemplo. Y pensar que en mi vida como profesora de literatura tantas veces le corregí este detalle a tantos alumnos, colocándolo como un ¡error horror! ¡Que no es lo mismo este libro que éste, caramba! Pero... Yo no soy una académica de la Real Academia de la Lengua, así que acátalo, y nada más. Sólo, perdón, solo que llegará un momento en que no sabré si lleva o no la tilde y si estaré siendo injusta con mis estudiantes al señalarles una palabra mal escrita. Pequeño detalle.