Sobre Fluir...

Últimamente los temas relacionados con el cambio de actitud en beneficio propio, la salud y la esperanza frente al futuro, aunado al tema del coaching empresarial, me han llevado a  revisar los trabajos de un exitoso emprendedor venezolano, quien ha logrado no solo mantener su negocio en el país sino también incursionar en el difícil mercado internacional. Las lecturas de varios de los artículos de su página web y otras de sus redes, me han llevado a tomar en préstamo algunos fragmentos de uno de sus post que me han hecho reflexionar y que quisiera compartir. Para leer el texto completo puedes pulsar aquí.

"Todo cambia. No hay una ley fija. La estabilidad y la permanencia de un orden determinado no son posibles. Hay una evolución constante que obliga a que nos amoldemos y asumamos el mejor plan de acción, dadas las condiciones presentes en ese momento."


Es paradójico que el ser humano tema tanto al cambio, cuando su esencia misma es cambiar: pasamos de una estado a otro física y espiritualmente. Cambiamos tantas veces de gustos, de comportamientos, de maneras de ver la realidad que nos rodea. Desde la antigüedad, filósofos como Heráclito, explicaron el concepto del dinamismo universal cuya frase emblemática es, justamente, "todo fluye". Uno de sus fragmentos más elocuentes en este sentido es: "...nosotros mismos somos y no somos", porque lo que hoy para nosotros es una realidad, mañana puede no serlo, y el cambio es, según Heráclito, a veces tan violento, que puede ocurrir en un instante, de allí su metáfora: "No podemos cruzar dos veces el mismo río..."

"El bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, son una lucha constante y nuestra conciencia nos debe alertar siempre sobre la elección que debemos tomar sobre estas dualidades. Pero, luchar contra simbolismos surgidos por modas pasajeras, las apariencias, los statu quo, las conductas insensatas que no causan daño a otros, no reviste mayor importancia. Hay que dejarlas pasar y dejar que fluyan. No podemos estar en un estado de confrontación continuo y permanente."

Estas ideas también pueden explicarse tomando como base al filósofo Heráclito, quien expresaba la constante necesidad de la "armonía de los contrarios". Desde su punto de vista la pérdida de un bien hace que se aprecie aún más lo perdido. Sin embargo, afirma que es necesaria la confrontación, la tensión, para que se produzcan resultados beneficiosos: ¿cómo podríamos apreciar la saciedad sino existiese el hambre, o la paz sino existiese la guerra, o la salud sino existiese la enfermedad? Recordemos que Heráclito es un filósofo naturalista, que expresó sus ideas entre el siglo VI y el V a. C., sin embargo, podemos encontrar resonancias tremendas en nuestras vidas a pesar de la distancia temporal que nos separa.

"Fluye con bienestar, con optimismo, sabiendo que das lo mejor de ti y que actúas de buena fe, sin desear mal a nadie, tratando de hacer lo correcto, haciendo caso omiso a aquellos que opinan y juzgan sin tener argumentos, simplemente porque actuamos de manera diferente. Debemos considerar que actuamos sobre la base de nuestro sentido común, el único común de los sentidos: el propio."

Interesante que se cierre esta idea con una apreciación sobre los sentidos y la afirmación de que el único sentido compartido sea el sentido común. Ya en Heráclito se sugiere que los sentidos solo nos acercan a las apariencias de las cosas: "la verdad consiste en captar, más allá de los sentidos, la inteligencia que gobierna las cosas". Independientemente de las creencias religiosas que tengamos, debe privar nuestra "humanidad", esta es la "ley racional" de Heráclito.

Como cierre, el coach al que citamos, Andrés Fuentes Angarita, indica: "Solo debemos luchar las batallas que son verdaderamente importantes. Ayuda mucho saber cuáles son nuestros valores, nuestros objetivos de vida y tener presentes nuestras creencias fundamentales, para saber si realmente vale la pena enfrentarse o dejar que la situación se diluya en nuestro vivir diario."

Entendemos en este fragmento del artículo, que es fundamental conocerse a uno mismo y ser fiel a nuestros principios, aunque es mejor, en determinados momentos, no estar en constante beligerancia enfrentando nuestras ideas a las de los demás, pues también es cierto que nuestra opinión no es la única. Si observamos las ideas de Heráclito sobre el conocerse a uno mismo, es interesante entender que nos conocemos solo hasta cierto punto: "Jamás podrás hallar los confines del alma por más que recorras sus caminos; así de profundo es su lógos". Da que pensar esta sentencia del filósofo de Éfeso.




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