Sobre la Felicidad y la Belleza

Algunos conceptos como el de la Felicidad y el de la Belleza, por más que tratamos de definirlos, se nos escapan de las manos como los granos de arena.

Hay quien encuentra la Felicidad en la sencillez y la humildad, en la paz, en el silencio, en la contemplación... Pero, si la naturaleza de la persona es lo opuesto a la ecuanimidad; si su esencia es escandalosa, vivaz, sociable, dinámica, la cosa cambia.

Es probable que entendamos más lo que es Felicidad o lo que es la Belleza, cuando las hemos perdido, de alguna manera. Por ejemplo, no nos damos cuenta de que las tenemos porque no las notamos, han estado allí siempre y no las hemos visto. En este caso la reflexión debe ser que debemos apreciar todo lo que HOY tenemos sin codiciar lo que otros tienen, pues quizás eso que nos parece Felicidad y Belleza en el ajeno, puede no ser lo que nos haga Felices ni Bellos a nosotros. Y con esto no queremos decir que seamos conformistas y que no busquemos llegar a un estado más alto de Felicidad o de la Belleza que ya tenemos. Ambición no es lo mismo que Envidia, así como tampoco es Avaricia.

Lo que sí debemos tener presente es que, por más que un consenso llegue a definir lo que es Felicidad y lo que es Belleza, si no hay la conciencia y la aceptación o la certeza de que están, de que se poseen y de que la una se alimenta de la otra, entonces no se entenderán estos dos conceptos ni se sentirá el placer que ellas proporcionan.