Iniciando el 2017

Cada año, durante la primera semana del mes de enero, algunas personas y algunas familias, realizan un ritual que consiste en la concreción, de manera escrita y, a veces, verbal, de una serie de metas y proyectos para el año que se está iniciando.

Algunos toman el día 6 de enero, momento en el que se celebra en el calendario católico, la adoración de los Reyes Magos, también llamado día de Reyes o Epifanía, como nueva fecha para reencuentro familiar (incluso algunos países reservan para este día los obsequios, especialmente para los niños), y para establecer cuáles serán los propósitos para los siguientes 359 días.

Algunos se proponen iniciar o culminar sus estudios, conseguir un mejor empleo, aprender un idioma, viajar y conocer nuevas culturas, conseguir pareja y casarse, mudarse de casa de sus padres, ahorrar, comprar un automóvil, visitar más a los padres y abuelos, tener hijos... Hay tantos deseos por expresar, pero cada quién decide al menos cinco proyectos que esperan llevar a cabo a lo largo del nuevo año que tenemos frente a nosotros.

Particularmente voy a compartir mis cinco proyectos, e invito a quien lea estas líneas y se anime a comentarlos, que lo haga, pues según algunos entendidos, contrario a lo que popularmente se dice, hay que decir, expresar, nuestros proyectos porque eso nos "programa" a alcanzarlos.

Aquí van mis propósitos:

1.- Ser buena amiga, escuchando y atendiendo a los que me rodean. Seguramente de todos aprenderé algo, por lo que será para mí, ganancia.

2.- Leer más. Tengo varios libros esperando por ser mis compañeros de viaje.

3.- Regalar más libros. En vez de pensar en regalos inmediatos que son alegría momentánea, es mejor dar regalos que permanezcan en las vidas de otros.

4.- Apoyar más a mi esposo (en primer lugar) y porque creo que merece más oportunidades de los que le ha dado la vida; a mi hija, a la que quiero tanto y a la que le deseo el más brillante de los futuros; y a mi mamá a la que no le tengo ninguna paciencia (ese sería en sí otro propósito).

5.- Seguirme preparando para la vida (estudios, trabajos, oportunidades). Todo lo que considere que puede enriquecerme académica, espiritual y materialmente, bienvenido sea.

Gracias a Dios por un nuevo año de crecimiento y de vida.