¿Dr. Jekill y Mr. Hyde o El otro yo del doctor Merengue?

Si algo caracteriza al ser humano es su capacidad de reinventarse. No solo diseña y materializa productos, aparatos y servicios con el fin de mejorarse su sistema de vida. Es capaz de recrearse a sí mismo e inventarse desde una apariencia nueva hasta una personalidad diferente.
Para mí el caso más emblemático de la transformación permanente, es la metamorfosis que sufre cada día el caraqueño cuando sube a su auto y transita por las nunca civilizadas calles y avenidas de nuestra ciudad capital. Apenas el caraqueño sube a su carro, ya sabe que se va a enfrentar no solo a los agujeros y baches de la vía, sino a los "tocacornetas" que no entienden la maniobra del esquivamiento de un hueco, a los motorizados que no quieren vivir un día más, a los transeúntes que desconocen el uso del semáforo, del rayado peatonal y de las pasarelas o de los policías o fiscales de tránsito que determinan aleatoriamente y generalmente en contradicción con el semáforo, cuándo avanzar o cuándo detenerse.

Transformarse en un "As" del volante a lo Meteoro, o convertirse en un Rumildo acabando con la paciencia de los demás usuarios, son apenas dos de los posibles "espíritus" que entran en posesión de los conductores, pero ya no se hable más y veamos a los expertos en la materia. Disfruten de este video demostrativo de los "cambios" que sufre el ciudadano común en cuanto toca el volante.

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