Relatos que nunca mueren, pero rompen el corazón
Cenicienta
Caperucita Roja
El cazador nunca encontró la dirección de la cabaña de la abuelita. El lobo pasó al menos dos semanas haciendo la digestión después de aquella opípara cena.
La Bella Durmiente
Cuando el príncipe besó los labios rosa de aquella beldad sumida en profundo sueño, no tomó en cuenta que llevaba cien años esperando despertar y se volvió polvo antes de siquiera poder abrir sus ojos.
Blancanieves
La manzana envenenada fue demasiado apetitosa por lo que la mordieron los siete enanos y Blancanieves. El príncipe trató de revivirlos, pero ya todos habían dejado sus cuerpos y bailaban en otro plano.
Hansel y Gretel
Los pequeños Hansel y Gretel eran tan golosos que se comieron toda la casa de dulce que encontraron en el bosque. La bruja enfureció a tal extremo que esa noche cenó pastel de niños.
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